Invierno de 1950. En la gélida región del lago Changjin de Corea del Norte, comienza una sangrienta batalla entre Estados Unidos y China. Pese a las condiciones climatológicas extremas, la falta de alimento y la gran diferencia de armamento, las tropas chinas avanzan con espíritu intrépido y voluntad de hierro en la que fue una de las batallas más violentas de la Guerra de Corea.