Ámsterdam, 1983. Como uno de los hombres más ricos de los Países Bajos, Alfred "Freddy" Heineken era un objetivo prioritario para los criminales. Secuestrado una noche por un equipo de jóvenes e inexpertos delincuentes, Heineken es retenido durante 21 agotadores días en una celda fría y agobiante, experimentando la impotencia por primera vez en su vida. La situación se agrava porque el miembro más joven de la banda es un sádico que se divierte humillando y aterrorizando al magnate a la menor oportunidad. Cuando se paga el enorme rescate y es liberado, Heineken dedicará todas sus energías a localizar a los responsables, cueste lo que cueste.